jueves, 28 de mayo de 2009

Con la H: la muda que habla


La letra hache del idioma español no representa un sonido; como mucho, es una aspiración... Diríamos que "aspira" a ser consonante, como heredera de la F- latina que fue en el pasado, o como compañera de la consonante C (por ejemplo en la Ch- que ya vimos).

Metáforas aparte, la H se considera letra muda en la península -excepto en Andalucía y Extremadura-, así que, aprovecho esta circunstancia tan peculiar y exclusiva de esta letra para hablaros de una lengua -o lenguaje- que no tiene sonidos: la LSE, es decir, la Lengua de Signos Española.

El lenguaje de signos es un sistema de comunicación basado en signos manuales/gestuales más o menos espontáneos. Incluye también un alfabeto dactilológico, en el que cada letra es sustituída por un signo. Sin embargo, la LS comprende al menos unas cincuenta lenguas prácticamente ininteligibles entre sí (por ejemplo la americana y la española) y numerosos dialectos, algunos de los cuales coexisten dentro de una misma ciudad. Es una lengua viva que está en continua renovación, incorporándose neologismos a medida que se van necesitando.

Hasta el 15 de enero de 2006 no se reconoció en España como oficial la LSE. Esta era una reivindicación històrica de la comunidad sorda y los discapacitados auditivos o personas sordociegas que diariamente se encuentran con barreras de comunicación infranqueables. La nueva normativa pretende facilitar el aprendizaje de esta lengua en la escuela y permitirá a los sordos solicitar intérpretes en los servicios y ámbitos públicos y privados (como centros sanitarios, culturales, de ocio, transportes públicos, participación política y medios de comunicación).

Os animo a que contactéis con las asociaciones como FIBESORD o AAS para la integración de las personas sordas, que imparten cursos de formación en LSE, y os inscribáis en alguno de ellos. La experiencia de compartir el lenguaje gestual y el silencio es muy enriquecedora a la par que entretenida. ¡Ah! eso sí, ¡es imposible tomar apuntes!