Mostrando entradas con la etiqueta Gramática. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gramática. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de enero de 2009

Con la D: Diptongo *

Os presento a un clásico en las clases de Lengua: el Diptongo
(y, de paso, a sus compañeros de viaje, el triptongo y el hiato).
Cuando dos vocales están en una misma sílaba, decimos que forman un diptongo. Cuando tres vocales se pronuncian en una misma sílaba, decimos que forman un triptongo. Muchas palabras llevan dos vocales contiguas que pertenecen a sílabas distintas y, por tanto, no forman diptongo, sino que constituyen un hiato. A efectos ortográficos, las combinaciones de dos vocales cerradas distintas (iu, ui) o de una vocal abierta con una cerrada átona (ai, au, ei, eu, oi, ou, ia, ie, io, ua, ue, uo) se consideran siempre diptongos.

Veamos ahora sus normas de acentuación.

Los diptongos y los triptongos

  • Las palabras con diptongo o triptongo siguen las reglas generales de acentuación (agudas, llanas, esdrújulas). La tilde, en caso de que deba llevarla, se coloca sobre la vocal abierta del diptongo o triptongo (a, e, o) o sobre la segunda vocal si las dos vocales del diptongo son cerradas (i, u): amáis, autor, canción, asteroide, deuda, después, cuota, murciélago, lingüística, interviú, estudiéis, averiguáis...
  • Los diptongos o triptongos acabados en y no llevan tilde: guirigay, Uruguay...
  • La h intercalada entre dos vocales no influye en su pronunciación como diptongo o hiato y, por tanto, no afecta a su acentuación: prohi-bir (diptongo), pro-hí-bo (hiato).
Los hiatos
  • Los hiatos formados por una vocal abierta átona (a, e, o) y una vocal cerrada tónica (i, u) llevan tilde siempre: caí, tahúr, ataúd, reímos, reúno, oí, sabía, atenúan, sonríen...

  • El resto de combinaciones entre vocales (dos vocales abiertas distintas: caótico, leamos, loable, toalla...; dos vocales iguales: zoólogo, leemos, chiita...) siguen las normas generales de acentuación.
  • En cambio, se suprime la tilde si las dos vocales que se juntan son ui: jesuita, destruir, fortuito... Esta regla no se cumple con las formas huí, huís, huía y huían del verbo huir.


¿Dió o dio?*


(*) Esta entrada es anterior a la REFORMA de la Ortografía de la Lengua Española de 2010.
Ved aquí las novedades sobre esta cuestión: 
             Eliminación de la tilde


Según las normas académicas (RAE), la combinación de una vocal cerrada seguida de una vocal abierta tónica que se da en palabras como guion, fie, Sion y otras similares puede interpretarse como diptongo o como hiato. En consecuencia, estas palabras pueden escribirse sin tilde (como monosílabas) o con tilde (como bisílabas):


crié - crie
crió -crio
fié - fie
fió - fio
frió - frio
guié -guie
guió -guio
guión -guion
ión -ion
lié -lie
lió -lio
pié -pie
pió -pio
rió -rio
Sión -Sion
truhán -truhan

La Academia también da la posibilidad de poner o no la tilde en las palabras que contengan un triptongo, tres vocales seguidas. Estas también se pueden considerar como un hiato más un diptongo. Eso ocurre especialmente al conjugar la segunda persona del plural en presente de indicativo en ciertos verbos:

criáis - criais
criéis - crieis
fiáis - fiais
friáis - friais
guiáis - guiais
guiéis - guieis
liáis - liais
liéis - lieis
piáis - piais
riáis - riais
Espero que saquéis el máximo rendimiento a estas normas mínimas, para que las tildes aterricen fácilmente en la vocal que les corresponda.
Y no os fiéis demasiado de los correctores automáticos: frecuentemente hay que ayudarles a decidir cuál es la opción correcta.


Algo más
A instancias de un buen amigo, añado aquí unas aclaraciones sobre el grado superlativo de algunos adjetivos.
Pensaréis: "Y ¿qué tiene que ver esto con la letra D?". En principio, nada. Pero resulta que, ordenando mis apuntes, descubro que las dudas que nos planteábamos se refieren a palabras que mantienen una forma culta y otra popular o coloquial, donde alternan muchos de los Dúos de vocales que llamamos diptongos.
El superlativo nos permite expresar una cualidad del adjetivo que se posee en grado máximo. Para ello usamos la forma analítica (muy + adjetivo positivo: muy contento/a) o la sintética, mediante el sufijo -ísimo/a (o -bilísimo/a) (contentísimo/a, amabilísimo/a) o la forma culta -érrimo/a (celebérrimo).

Diversos superlativos en -ísimo/a mantienen doble forma:


amigo>amicísimo/amiguísimo
bueno>bonísimo/buenísimo
cierto>certísimo/ciertísimo
diestro>destrísimo/diestrísimo
fuerte>fortísimo/fuertísimo
reciente>recentísmo/recientísmo
simple>simplicísimo/simplísimo...

En las parejas anteriores donde alternan una vocal y un diptongo (o>ue, e>ie, e>ue), es preferible elegir la forma con una sola vocal (más simple y cercana a la forma latina) para un registro formal y culto, y dejar la variante diptongada (más moderna) únicamente para el registro coloquial.

También podemos optar, en algunos adjetivos especiales, por formas cultas latinas de grado superlativo: óptimo (por muy bueno, bonísimo o buenísimo), pésimo (ídem. de malo), ínfimo (de inferior), etc.

Y, en todos los casos, intentemos dejar descansar al prefijo super- que, aunque correcto, lamentablemente, ha acabado utilizándose en todos los casos (supercontento, superbueno, supertímido...), con el consiguiente empobrecimiento de nuestro vocabulario.


(NOTA AL PIE: Que me disculpen D'Anunzio, Dante, Darío, Delibes, Diego, Dinesen, Dostoiesvski, Durás y otras almas literarias que residen en este apartado de mi diccionario, por no haberlos escogido para este artículo...
Ya encontraré una nueva ocasión.)

viernes, 28 de noviembre de 2008

Con la A: Alumbramiento

Abro este cuaderno con la primera letra del alfabeto: la A.

Aquí quiero compartir con mis alumnos y alumnas mis anotaciones de Lengua Castellana y Literatura, como estudiante perpetua de la materia y demás respetables espacios vecinos.

Aquí, en un futuro próximo, quiero publicar algunos de los trabajos de mis alumnos y alumnas. Aquí invito a compañeros y compañeras de tareas a sentarse, después de nuestro paseo cotidiano por el aula, para charlar a la sombra de las palabras.

Ahora me estreno con unas breves notas extraídas de la web oficial de la Real Academia de la Lengua Española (la RAE a partir de ahora): primero, un artículo sobre el alfabeto; después, un artículo sobre el artículo (fecunda palabra polisémica, como veis).



El abecedario y los dígrafos


El abecedario español está hoy formado por las veintinueve letras siguientes: a, b, c, ch, d, e, f, g, h, i, j, k, l, ll, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.

Si bien las grafías ch y ll son en propiedad dígrafos —signos ortográficos compuestos de dos letras—, vienen considerándose convencionalmente letras del abecedario español por el hecho de representar, cada una de ellas, un solo sonido. La rr también es un dígrafo, pero, a diferencia de la ch y la ll, no se ha considerado nunca una de las letras del abecedario porque el sonido que representa es el mismo que el que le corresponde a la r en posición inicial de palabra o precedida de las consonantes n, l o s.

La variante española del alfabeto latino antes expuesta fue la utilizada por la Academia desde 1803 (cuarta edición del Diccionario académico) en la confección de todas sus listas alfabéticas. Pero en el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en 1994, se acordó adoptar el orden alfabético latino universal, en el que la ch y la ll no se consideran letras independientes. En consecuencia, las palabras que comienzan por estas dos letras, o que las contienen, pasan a alfabetizarse en los lugares que les corresponden dentro de la c y de la l, respectivamente. Esta reforma afecta únicamente al proceso de ordenación alfabética de las palabras, no a la composición del abecedario, del que los dígrafos ch y ll siguen formando parte.



El agua, esta agua, mucha agua



El sustantivo agua es de género femenino, pero tiene la particularidad de comenzar por /a/ tónica (la vocal tónica de una palabra es aquella en la que recae el acento de intensidad: [água]).
Por razones de fonética histórica, este tipo de palabras seleccionan en singular la forma el del artículo, en lugar de la forma femenina normal la. Esta regla solo opera cuando el artículo antecede inmediatamente al sustantivo, de ahí que digamos el agua, el área, el hacha; pero si entre el artículo y el sustantivo se interpone otra palabra, la regla queda sin efecto, de ahí que digamos la misma agua, la extensa área, la afilada hacha. Puesto que estas palabras son femeninas, los adjetivos deben concordar siempre en femenino: el agua clara, el área extensa, el hacha afilada (y no el agua claro, el área extenso, el hacha afilado).

Por su parte, el indefinido una toma generalmente la forma un cuando antecede inmediatamente a sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica: un área, un hacha, un águila (si bien no es incorrecto, aunque sí poco frecuente, utilizar la forma plena una: una área, una hacha, una águila). Asimismo, los indefinidos alguna y ninguna pueden adoptar en estos casos las formas apocopadas (algún alma, ningún alma) o mantener las formas plenas (alguna alma, ninguna alma).

Al tratarse de sustantivos femeninos, con los demostrativos este, ese, aquel o con cualquier otro adjetivo determinativo, como todo, mucho, poco, otro, etc., deben usarse las formas femeninas correspondientes: esta hacha, aquella misma arma, toda el agua, mucha hambre, etc. (y no este hacha, aquel mismo arma, todo el agua, mucho hambre, etc.).


[Más información en el Diccionario panhispánico de dudas].