miércoles, 23 de septiembre de 2009

Con la I: Iluminar, Inventar, Imaginar...


La primera letra del alfabeto con apellido: I LATINA.


Podría haber aprovechado esta excusa, como suelo hacer siempre, para hablar del origen etimológico de las grafías I/Y; o de su frecuente confusión con la cifra romana I (uno) en algunas tipografías y de la conveniencia de usar el número con "caja baja" de imprenta cuando escribimos los siglos; o recordar algo del famoso cuadro de evolución de la "yod" y sus efectos, que era pregunta ineludible en los exámenes de Dialectología y Gramática Histórica en mis años de estudiante de Filología... Demasiado aburrido.


Después pensé en algo más exótico y me puse a investigar sobre los IDEOGRAMAS de la escritura japonesa. Hallé una imagen de la I, que se traduciría como Espíritu, Ser, Voluntad... Demasiado complicado.


También se me había ocurrido poner los puntos sobre las íes acerca de palabras castellanas de escritura y pronunciación dudosa como "Idiosincrasia", cuya peculiar terminación en -asia (que no -acia) siempre me ha sonado a andaluz seseante; o podría haberme acercado al prefijo negativo in- y sus variantes ortográficas (i-, im-)... Demasiado normativo.


Así que decidí echarle imaginación e ignorar mi inclinación hacia la Lingüística, para intentar igualar la entrada sobre Greguerías, que tanto éxito ha tenido. Esta vez, las ilustraciones con que intento iluminar mis artículos son un regalo de mis alumnos de 2º de ESO B del pasado curso. Bueno, me he permitido la licencia de llamarlas Poesía visual, pero ellos ya han aprendido que son caligramas...


En estos tiempos en los que la creatividad de nuestros niños y jóvenes parece sufrir una cierta atrofia, yo sigo retando a los estudiantes a que se atrevan a inventar, a imaginar... ¡Y siempre funciona!






1 comentario:

Nessy dijo...

¡¡¡Me ha encantado!!! Enhorabuena por ser capaz de sacar algo tan bello y creativo de tus alumnos... eso solo significa que eres una buena maestra! Seguramente de esos maestros que aman lo que enseñan, contagian ese amor a los alumnos y por ese motivo, siempre se mantienen en nuestra memoria.